Este miércoles se iniciaron las II Jornadas Nacionales de Conservación Preventiva y Gestión de Riesgos con el objetivo de reflexionar, compartir investigaciones y mejorar el trabajo en las instituciones que manejan diversos tipos de colecciones.

María del Pilar Salas - Unidad de Comunicación FIC

La apertura de estas jornadas en la Facultad de Información y Comunicación (FIC) estuvo a cargo de la decana de esta institución, Gladys Ceretta; de la directora del Instituto de Información, Paulina Szafran; y de la coordinadora de la Licenciatura en Archivología y organizadora del evento, María Laura Rosas.

Durante la inauguración, las docentes e investigadoras destacaron que la iniciativa surgió luego de la realización de las primeras jornadas nacionales, cuando se detectó que era necesario abordar estos temas en los espacios de formación e investigación.

Para plantear la problemática, abrió estas nuevas jornadas María del Pilar Salas con una conferencia titulada “Archivos, bibliotecas y museos: cuán cerca de las recomendaciones sobre infraestructura se encuentran”. En la presentación la especialista expuso sobre una investigación realizada en Corrientes y Formosa (Argentina) donde se relevaron las condiciones de 41 bibliotecas, archivos y museos de la región para estudiar la evolución de los estados de deterioro de diferentes acervos documentales, dependiendo de los edificios y del mobiliario utilizado.

Con un abordaje desde la arquitectura, campo disciplinar en el que se formó Salas, se planteó el estudio utilizando la herramienta Re-Org desarrollada para este tipo de investigaciones. La ficha de relevamiento contempla seis ítems principales, más el registro de planos edilicios. La muestra se integró por 28 bibliotecas, ocho archivos y cinco museos.

En el caso de las bibliotecas, se detectó que en la mayoría de ellas los lugares para el guardado de libros eran espacios subterráneos, lo cual afecta especialmente la preservación por los riesgos frente a la afluencia del agua y por las condiciones de humedad. Los museos tuvieron como problemática común la ubicación de sus reservas técnicas, ya que la gran mayoría de estos edificios no fueron construidos para su función museológica, sino que se trataban de viviendas recicladas para ser museos.

En cifras, sólo el 22% de la muestra tiene edificios construidos para su uso actual. Esto hace que el 36% tenga problemas con el filtrado de agua y desbordes de causes pluviales o cloacales. El 36% de los acervos recibía radiación solar directa y la cifra más alarmante fue que en el 90% de los casos no se medían la temperatura y la humedad relativa. Un porcentaje similar enfrentaba problemas de plagas y apenas el 26% tenía telas mosquiteras para detener el ingreso de insectos, un hecho que se agrava por el déficit de medidas para el control de plagas y la falta de limpieza. Otro problema común era la ausencia de salas comedores y cocinas, sumado a la práctica de comer dentro de los propios archivos. Finalmente, uno de los datos más desahuciantes de la investigación fue que en ninguno de los 41 edificios había lugar para la cuarentena de sus materiales.

El relevamiento del mobiliario acompañó lo observado en el edilicio: en la mitad faltaban estanterías, el 40% tenía documentos en el piso y el 12% carecía de muebles adecuados para sus colecciones.

Ante este panorama, Salas llamó a trabajar en acortar la brecha entre la realidad y lo ideal en cada institución. “El desafío está en si nos resignamos y escondemos la cabeza, o si encontramos y construimos los puentes necesarios entre lo que se recomienda y lo que se tiene” concluyó la especialista.

Las jornadas continúan el jueves 16 y el viernes 17 con diversas actividades. La programación completa se encuentra en nuestra web y la actualización de los eventos puede seguirse a través de las redes sociales de la FIC.